LA INTEGRACIÓN DE GÉNERO EN LAS FUERZAS ARMADAS:
CONDICIONAMIENTOS Y PERSPECTIVAS
En la actualidad, las mujeres constituyen un componente esencial dentro de las fuerzas militares de un gran número de países en varios continentes. Sin embargo, su situación y el alcance de su representatividad varían significativamente según cada país.
Dentro del conjunto de Estados miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), representan cerca de 11%, mientras que en América Latina apenas sobrepasaban el 4% en 2010. En el 2015, las mujeres representaban solamente el 6% de los efectivos movilizados. En todos los casos, el proceso de integración de género en las fuerzas militares es revelador en dos sentidos. Por un lado, deja ver el espacio y el rol que las instituciones militares ocupan en las respectivas sociedades, así como también los procesos internos de transformación organizacional y el estado de las relaciones entre civiles y militares en el marco de la democracia. Por otro lado, las dificultades en la integración, que siguen siendo significativas, revelan con enorme precisión y nitidez las paradojas y tensiones que persisten en los procesos de construcción de igualdad entre hombres y mujeres.
Aunque la presencia femenina sigue estando mayormente concentrada en tareas de apoyo, en una proporción que tiende a crecer por sobre la que se da entre los hombres, fueron también eliminándose distintas restricciones legales al acceso femenino a tareas operacionales o de combate. Dentro de las fuerzas estadounidenses que actuaron en esos y otros teatros de operaciones, entre 2001 y 2013, se han destacado unas 299000 mujeres militares, de las cuales más de 800 fueron heridas y más de 130 perdieron la vida.
La Resolución 1325, aprobada en forma unánime por el Consejo de Seguridad de la ONU en 2000, constituyó un paso innovador sin precedentes para el reconocimiento internacional de la dimensión de género en los conflictos armados. En ese documento se reconoce el impacto desproporcionado de los conflictos armados sobre mujeres y niños, así como la relativa escasez de representación femenina en los procesos de paz y estabilización. Esta resolución dio las pautas para un nuevo modo de pensar el rol de las mujeres, reconociéndolas no solo como víctimas, sino también como actores relevantes en el plano de la seguridad internacional. A esa resolución le siguieron otras entre 2008 y 2015, que en conjunto configuraron, por primera vez en la historia de la ONU, una agenda internacional sobre la dimensión de género en los conflictos y en la producción de seguridad.
Pese a todo, el entusiasmo con la resolución fue progresivamente sustituido por evaluaciones cautelosas y un cierto escepticismo, de cara a la vigencia de significativas disyunciones entre la retórica y la práctica.En uno de los pocos estudios que analiza comparativamente la participación de mujeres en operaciones de apoyo a la paz, los investigadores Sabrina Karim y Kyle Beardsley concluyen que en las misiones internacionales las mujeres padecen discriminación explícita, son confinadas a papeles muy específicos y ven limitada su
participación al accionar informal de redes. Todo esto indica que hay que seguir desarrollando políticas nacionales destinadas a promover la agenda WP&S✳, como condición fundamental para asegurar una mayor eficacia en su implementación a escala internacional.
Aun así, independientemente de los análisis más pesimistas, la visibilidad pública y la perseverancia política y militar por mantener esta agenda de género y encarar medidas tendientes a su implementación y monitorización sugieren que el espacio potencial para una transformación no está agotado. Si bien otros avances no se dieron, ocurrió una alteración importante: de hecho, la dimensión de género dejó de ser encarada como algo exterior y ajeno a los procesos de producción de seguridad y su inclusión pasó a constituir un elemento esencial de cara al éxito de las misiones militares y los procesos de paz.
✳ WP&S - Mujeres, Paz y Seguridad (ONU)
HELENA CARREIRAS
Adaptado de nuso.org, 2018.
Todo esto indica que hay que seguir desarrollando políticas nacionales destinadas a promover la agenda WP&S, (l. 32-33)
El fragmento subrayado aporta al enunciado sentido de:
2024 USHERED IN TWO FIRSTS FOR MILITARY WOMEN.
WE’RE ALL CELEBRATING.
American women kicked off 2024 with two milestones that flipped the script on the way society keeps judging, classifying and relating to us. The first happened in Annapolis, Maryland, where Vice Admiral Yvette Davids − a mother of twin boys with an Audrey Hepburn vibe − became the first woman to
lead the 178-year-old U.S. Naval Academy. Then, Air Force 2nd Lieutenant Madison Marsh became the newest Miss America, the first-active duty military officer to win the pageant. Beauty can have brains and brawn; brains and brawn can be beautiful. Take that, society.
Marsh’s crown matters more when it comes to her job in the Air Force. She busts the myth that women who do the jobs that used to be held only by men have to look and act like them. This is important at the Naval Academy, where some graduates watched Davids show compassion, a vivacious personality
and maternal pride as her kids cheered her on in a room full of military brass. “It was surreal,” said Sharon Hanley Disher, 65, one of the first women to graduate from the academy in 1980. She was at the ceremony promoting Davids, who called out the class of pioneers twice during her speech in Annapolis.
She couldn’t stop thinking about her first evening at the academy, back in 1976. “Miss Hanley, I don’t like women in my school,” an upperclassman told her, she recalled, pointing his finger in her face. “I don’t want women in my school. It will be my mission to make sure you’re long gone before I graduate.” She
graduated, and Davids, who graduated in 1989, thanked her and others for helping pave the way.
“A ship in port is safe, but that’s not what ships are built for,” said Davids in her welcome address, quoting the words of Admiral Grace Hopper. She will face doubt and challenges to her leadership. But besides proving that she can lead, she will be confronted with the opportunity to address women’s experience as
minorities in a school where they are just 28 percent of the student population.
Elizabeth Rowe, who was also in the class of 1980 with Hanley Disher, was celebrated as a pioneer in her small, Maryland farm town. When she went off to the academy, she was stunned by the hatred she faced when she got there. “While I knew it was first class and it was all male, I didn’t have any perspective. The
reaction we got − a sort of resentment, hatred, otherness, all of that − was unexpected. I spent four years just trying to get through it. The hazing and harassment − dead rats being left in mailboxes, the constant put-downs − were largely unaddressed by leaders,” she said.
Sadly, current students still face some of what she endured. Hanley Disher, who married a fellow graduate and again made history when all three of their children graduated from the academy, said she was thrilled to see her daughter have more congressionally mandated opportunities available to her. But she was
heartbroken when she heard that some of the old school misogyny was still there. “This one guy told my daughter a joke,” she recounted. He said: “What did the ugliest girl in the world say to the second ugliest girl in the world? What company are you in?”
Some of the women from the class of 1980 have never returned to the academy to celebrate milestones, as their colleagues took command in the Navy and rose in the ranks at the academy. They told Hanley Disher − when she reached out to them for reunions or events − that they can’t. But people change, places
change. During their 35th reunion, one of the men who was a primo harasser of women apologized to her. He told her that he has been living with guilt over the things he said and did, and wanted to apologize to all of them. So, Disher took him by the arm and said “Let’s go”. She accompanied him on his apology
tour, and then they cried about it at the bar.
PETULA DVORAK
Adaptado de washingtonpost.com, 15/01/2024.
Sharon Disher uses the word surreal (l. 10) to express her opinion on Yvette Davids’ promotion ceremony.
This lexical choice characterizes the ceremony as:
“BOMBEIRO HERÓI”
O relógio marcava 18h30min e a escuridão era total na cidade completamente alagada de Eldorado do Sul, no Rio Grande do Sul. Por conta das enchentes, toda a distribuição de energia foi interrompida. No telefone, a voz desesperada da filha pede para que os bombeiros resgatem a mãe dela, que está acamada e inconsciente dentro da casa tomada pela água. Cada minuto era crucial porque o nível da água subia constantemente e deixava a situação ainda mais dramática.
A filha não estava no mesmo imóvel, mas acionou o resgate após ouvir da cuidadora da mãe que a água na rua já estava na altura da cintura. Assim que recebeu o chamado, Rudinei Silva dos Santos, comandante dos bombeiros voluntários de Eldorado do Sul, apanhou uma lanterna, vestiu uma roupa de mergulho e partiu com um barco a remo com sua equipe para o resgate que durou cerca de duas horas. Rudinei, cuja casa também ficou debaixo d’água, relatou o que passou nesse episódio da tragédia das inundações.
“(...) Quando a gente recebe um chamado, a gente já vai imaginando todas as situações com que a gente pode se deparar, qual é o tipo de equipamento que a gente pode levar, quais as pessoas de que a gente necessita. De quantos bombeiros a gente vai precisar no local, se a embarcação consegue chegar e se vamos precisar de uma viatura leve ou pesada.
Na triagem via telefone com a filha dessa pessoa, que estava em outra cidade, vimos que ela não sabia exatamente como estava a situação, o que é mais uma questão que a gente tem que levar em consideração. Porque a informação que ela está nos passando por telefone não é de quem está no local, então isso pode ser uma coisa boa ou pode ser uma surpresa que talvez faça com que a gente perca um pouco de tempo, pois a gente não sabe exatamente qual a magnitude e grandeza desse atendimento.
Mas como a pessoa nos relatou que a mãe dela, no caso, era uma pessoa de idade em estado terminal, sem movimentos e dependente de uma cuidadora que também já tinha certa idade, ela não conseguiria ir para um local mais seguro sozinha. Nessas condições, fomos até o local. (...)
Fomos remando até a casa. Nos identificamos como bombeiros e entrei primeiro para verificar a situação. A gente faz uma análise de toda a cinemática e aí retornamos para a equipe. Como a gente verificou que seria possível passar o colchão pela porta onde ela estava, entramos e deixamos o barco ancorado próximo à entrada da casa. Quando chegamos ao local, a altura da água já estava encostando no colchão e ele já estava flutuando um pouco. (...)
A vítima era uma senhora, que tinha em torno de 70 anos e se alimentava por sonda, além de não se movimentar. Pelo tempo acamada, tinha os membros muito enrijecidos, o que não facilitava a mobilidade. A gente teve que colocar um cobertor por baixo dela, com muito cuidado, vários bombeiros que estavam submersos a suspenderam. Colocamos ela em cima do colchão novamente e fomos puxando o colchão sobre a água, cuidando para que ele não afundasse.
O desafio seguinte foi passar pela porta porque ela era bem estreita. Então apertamos um pouco a lateral do colchão para que ele dobrasse levemente e pudesse passar. Com todo o cuidado, a gente fez esse movimento de lateralização sempre com cuidado com o tubo de oxigênio dela. Levá-la de barco até o hospital também foi um desafio, um desafio colocá-la em cima do barco. Sem dizer que esse não é o meio mais adequado para fazer o transporte de uma vítima com essa necessidade. Fizemos o caminho até a ambulância, que nos aguardava numa área seca, com muito cuidado, pois tudo estava completamente escuro, e as águas turbulentas.
(...) Foi perigoso e bem complexo. Demandou bastante trabalho da equipe. Foram cinco bombeiros envolvidos, além da equipe da ambulância. (...) Sem dúvida, as enchentes foram a maior ocorrência que a gente já enfrentou. (...)”
FELIPE SOUZA e FERNANDO OTTO
Adaptado de bbc.com, 16/05/2024.
pois tudo estava completamente escuro, e as águas turbulentas. (l. 38-39)
No trecho acima, o verbo de ligação entre o sujeito “as águas” e o predicativo “turbulentas” é omitido, recurso que confere agilidade à fala.
Esse recurso é conhecido como:
Na tabela a seguir, estão apresentados os salários pagos em um estabelecimento comercial e a quantidade de funcionários que recebe esses salários.
A média e a mediana desses salários são, em reais, respectivamente, iguais a:
Em uma operação de resgate realizada em uma represa, um bombeiro partiu do repouso e desceu por um tubo vertical, percorrendo uma distância de 5,0 m. Ele atingiu o piso horizontal, com velocidade de 3,0 m/s, e entrou na viatura que o transportou até o local do resgate. Ao chegar à represa, esse bombeiro mergulhou a uma profundidade de 12,0 m. Para cálculos relacionados a esse contexto são admitidos os seguintes valores:
A pressão, em 
, que atua no bombeiro, na profundidade indicada, corresponde a:
O polímero chamado comercialmente de Nomex é um dos diversos materiais específicos utilizados na fabricação de uniformes de bombeiros por garantir proteção térmica e resistência a chamas. Sua fórmula estrutural está apresentada a seguir:
Com base na análise dessa estrutura química, o Nomex pertence à seguinte função orgânica:
A terapia com indutores químicos pode ser utilizada no tratamento das mutações sem sentido, que alteram a sequência de um gene e geram um dos três diferentes códons de parada: UAG, UGA ou UAA. As substâncias empregadas nesse tipo de terapia atuam nos ribossomos e evitam a leitura desses códons de parada, permitindo a expressão total da proteína codificada.
Por essas características, conclui-se que os indutores químicos atuam durante o processo de:
Amônia, ureia e ácido úrico são as principais excretas nitrogenadas liberadas pelos animais. Sabe-se que a maior ou menor complexidade das moléculas excretadas leva a um maior ou menor consumo de energia durante sua síntese.
O grupo de animais vertebrados que possui maior gasto energético na síntese de sua principal excreta nitrogenada é:
Em queimaduras, parte das diferentes células que migram para os locais de lesão fabrica grande quantidade de colágeno, elemento fundamental ao processo de cicatrização.
O tipo celular responsável por produzir colágeno é denominado:
Considere o seguinte sistema de equações lineares, sendo k uma constante real.
Se esse sistema apresenta uma única solução, o conjunto de todos os valores reais que a constante k pode assumir é:
Sobre o déficit orçamentário e a dívida pública de um país, é correto afirmar que
Em relação ao tópico de falhas de mercado e o papel do governo, avalie se as afirmativas a seguir são verdadeiras (V) ou falsas (F).
( ) O risco moral ocorre quando uma das partes em uma transação possui mais informações do que a outra, influenciando negativamente as decisões de alocação de recursos.
( ) A seleção adversa é um problema típico de mercados no qual a qualidade de um bem ou serviço não é observável antes da transação, resultando na saída dos produtos de alta qualidade do mercado.
( ) O financiamento público de bens não excludentes e não rivais, como a defesa nacional, visa corrigir a falha de mercado causada pelo problema do “carona”.
As afirmativas são, respectivamente,
CONVERSA DE PÉ E SENTADO
Mineiro dá tchau para alguém e reinicia a conversa. A impressão é que a despedida renova os créditos das palavras.
Ou talvez porque o mineiro divida o papo em dois turnos. O primeiro é quando chega, e o segundo, quando ele acha que vai
sair – somente acha. Porque não sai, fica papeando de pé.
Metade da visita acontece no sofá, e a outra metade, na porta. Não sei qual é a mais longa. Na porta, ele fofoca. No sofá, desfia as preocupações. Na porta, ele relaxa. No sofá, ele põe os assuntos em dia. Na porta, é divertimento da amizade. No sofá, é responsabilidade. Na porta, são as perguntas sobre conhecidos em comum. No sofá, perguntas sobre a pessoa visitada. Todos nós sabemos que o mineiro gosta de uma boa trova. O que ninguém sabe é que ele odeia adeus.
Tem uma grande dificuldade para virar as costas e se desvencilhar da acolhida. Mineiro não tem costas, é um anjo com as asas voltadas para o interior da casa.
Não quer ir embora, porque acha que será custoso voltar. Então, aproveita para prolongar o convívio ao máximo possível e fazer estoque de afeto num único encontro. Assim, ninguém reclamará da demora para se ver no futuro.
Desenlaces são quebrados pela urgência das lembranças.
Em Minas, não há como prever quem realmente decidiu levantar voo – as movimentações são sempre ruidosas, peculiares daqueles que acabaram de pousar.
Qualquer desfecho é palanque emocionado de confissões e agradecimentos.
O carro ficará parado na frente do local de partida por mais de cinco minutos. O até logo, aqui, não será rápido, é o planejamento
minucioso do próximo contato.
Nas lojas, o mesmo frenesi acontece. É natural aquele consumidor que comprou no local comprar de novo. Pagou e reinicia
as investidas nas araras. Em vez de parcelar as compras no cartão, parcela o cartão nas compras.
A característica me conforta. Casado com uma mineira, parto da perspectiva de que o nosso casamento nunca se acabará.
Quando ela tentar se despedir, ainda teremos mais 30 anos juntos pela frente. Com beijos demorados segurando a maçaneta.
Texto Adaptado
Fonte: CARPINEJAR, Fabrício. Conversa de pé e sentado. Disponível em: https://www.otempo.com.br/opiniao/fabricio-carpinejar/conversa-de-pe-esentado-1.2239390. Acesso em: 24 fev. 2025
No trecho “Tem uma grande dificuldade para virar as costas e se desvencilhar da acolhida”, a ausência do uso da crase em “as costas” deve-se ao fato de que
CONVERSA DE PÉ E SENTADO
Mineiro dá tchau para alguém e reinicia a conversa. A impressão é que a despedida renova os créditos das palavras.
Ou talvez porque o mineiro divida o papo em dois turnos. O primeiro é quando chega, e o segundo, quando ele acha que vai
sair – somente acha. Porque não sai, fica papeando de pé.
Metade da visita acontece no sofá, e a outra metade, na porta. Não sei qual é a mais longa. Na porta, ele fofoca. No sofá, desfia as preocupações. Na porta, ele relaxa. No sofá, ele põe os assuntos em dia. Na porta, é divertimento da amizade. No sofá, é responsabilidade. Na porta, são as perguntas sobre conhecidos em comum. No sofá, perguntas sobre a pessoa visitada. Todos nós sabemos que o mineiro gosta de uma boa trova. O que ninguém sabe é que ele odeia adeus.
Tem uma grande dificuldade para virar as costas e se desvencilhar da acolhida. Mineiro não tem costas, é um anjo com as asas voltadas para o interior da casa.
Não quer ir embora, porque acha que será custoso voltar. Então, aproveita para prolongar o convívio ao máximo possível e fazer estoque de afeto num único encontro. Assim, ninguém reclamará da demora para se ver no futuro.
Desenlaces são quebrados pela urgência das lembranças.
Em Minas, não há como prever quem realmente decidiu levantar voo – as movimentações são sempre ruidosas, peculiares daqueles que acabaram de pousar.
Qualquer desfecho é palanque emocionado de confissões e agradecimentos.
O carro ficará parado na frente do local de partida por mais de cinco minutos. O até logo, aqui, não será rápido, é o planejamento
minucioso do próximo contato.
Nas lojas, o mesmo frenesi acontece. É natural aquele consumidor que comprou no local comprar de novo. Pagou e reinicia
as investidas nas araras. Em vez de parcelar as compras no cartão, parcela o cartão nas compras.
A característica me conforta. Casado com uma mineira, parto da perspectiva de que o nosso casamento nunca se acabará.
Quando ela tentar se despedir, ainda teremos mais 30 anos juntos pela frente. Com beijos demorados segurando a maçaneta.
Texto Adaptado
Fonte: CARPINEJAR, Fabrício. Conversa de pé e sentado. Disponível em: https://www.otempo.com.br/opiniao/fabricio-carpinejar/conversa-de-pe-esentado-1.2239390. Acesso em: 24 fev. 2025
- No trecho “Em Minas, não há como prever quem realmente decidiu levantar voo – as movimentações são sempre ruidosas, peculiares daqueles que acabaram de pousar”, a palavra “voo” não recebe acento gráfico porque
CONVERSA DE PÉ E SENTADO
Mineiro dá tchau para alguém e reinicia a conversa. A impressão é que a despedida renova os créditos das palavras.
Ou talvez porque o mineiro divida o papo em dois turnos. O primeiro é quando chega, e o segundo, quando ele acha que vai
sair – somente acha. Porque não sai, fica papeando de pé.
Metade da visita acontece no sofá, e a outra metade, na porta. Não sei qual é a mais longa. Na porta, ele fofoca. No sofá, desfia as preocupações. Na porta, ele relaxa. No sofá, ele põe os assuntos em dia. Na porta, é divertimento da amizade. No sofá, é responsabilidade. Na porta, são as perguntas sobre conhecidos em comum. No sofá, perguntas sobre a pessoa visitada. Todos nós sabemos que o mineiro gosta de uma boa trova. O que ninguém sabe é que ele odeia adeus.
Tem uma grande dificuldade para virar as costas e se desvencilhar da acolhida. Mineiro não tem costas, é um anjo com as asas voltadas para o interior da casa.
Não quer ir embora, porque acha que será custoso voltar. Então, aproveita para prolongar o convívio ao máximo possível e fazer estoque de afeto num único encontro. Assim, ninguém reclamará da demora para se ver no futuro.
Desenlaces são quebrados pela urgência das lembranças.
Em Minas, não há como prever quem realmente decidiu levantar voo – as movimentações são sempre ruidosas, peculiares daqueles que acabaram de pousar.
Qualquer desfecho é palanque emocionado de confissões e agradecimentos.
O carro ficará parado na frente do local de partida por mais de cinco minutos. O até logo, aqui, não será rápido, é o planejamento
minucioso do próximo contato.
Nas lojas, o mesmo frenesi acontece. É natural aquele consumidor que comprou no local comprar de novo. Pagou e reinicia
as investidas nas araras. Em vez de parcelar as compras no cartão, parcela o cartão nas compras.
A característica me conforta. Casado com uma mineira, parto da perspectiva de que o nosso casamento nunca se acabará.
Quando ela tentar se despedir, ainda teremos mais 30 anos juntos pela frente. Com beijos demorados segurando a maçaneta.
Texto Adaptado
Fonte: CARPINEJAR, Fabrício. Conversa de pé e sentado. Disponível em: https://www.otempo.com.br/opiniao/fabricio-carpinejar/conversa-de-pe-esentado-1.2239390. Acesso em: 24 fev. 2025
No trecho “Em Minas, não há como prever quem realmente decidiu levantar voo – as movimentações são sempre ruidosas, peculiares daqueles que acabaram de pousar”, o travessão foi empregado para
